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Recomendación literaria: El pequeño Nicolás, de Goscinny y Sempé.
El Pequeño Nicolás es una de esas series de libros que todo el mundo conoce, y por mérito propio. Creada por René Goscinny como guionista (a quien seguro que también conocéis por ser el creador de Astérix) y Sempé como dibujante, es todo un clásico de la literatura infantil. La serie comenzó a publicarse en el formato de historias cortas reunidas que conocemos en los años sesenta, y continuó haciéndolo tras la muerte de Goscinny, cuando su hija quiso recuperar las historietas que habían quedado sin edición.
Todos los libros que podemos encontrar de El Pequeño Nicolás son más que recomendables, y centrarme en alguno de ellos carece de sentido para mí. Lo que yo quiero es recomendar al completo la serie, diciéndoos que si por un casual no habéis leído alguno de los libros que la conforman, corráis a vuestra librería de confianza a por él. Será probablemente lo más enriquecedor que hagáis hoy.
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El amor, sin límite.
La primera vez que en una escuela infantil me dijeron que soltara a un bebé que tenía en brazos me quedé muy sorprendida. Si unas profesionales de la educación me lo decían, por algo sería. Así que aunque todo en mí me decía que eso no era lo que debía hacer, solté a ese niño que, habiendo estado llorando, empezaba a calmarse en mis brazos. La reacción no se hizo esperar. En cuanto el pequeño tocó la cuna el llanto volvió, si cabe, con más fuerza.
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Educación emocional (III). Las emociones negativas.
El tercer y último artículo de la trilogía sobre educación emocional ya está aquí y en esta ocasión vamos a centrarnos en las emociones negativas. Ya dijimos al hablar sobre las emociones positivas que la denominación, tanto de unas como de otras, tiene trampa. ¿Por qué? Pues porque las emociones no son buenas ni malas de por sí. Las emociones son neutras. No existen unas emociones más válidas que otras y todas ellas son necesarias. Son necesarias en cuanto a naturales, adaptativas y apropiadas en determinados momentos y situaciones vitales.
En ese caso, ¿a qué llamamos emociones negativas? Pues llamamos así a aquellas emociones que nos hacen sentir mal. Porque si es cierto que son emociones totalmente válidas, también lo es que no son agradables. Como emociones que son, se presentan de forma inmediata y potente, haciendo que se desencadenen en nosotros un montón de sensaciones. Para los adultos esas sensaciones son viejas conocidas, pero para los niños son en muchas ocasiones completamente nuevas.
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El inicio de curso y la mascarilla que no podrá separarnos.
Los niños de educación infantil acuden a la escuela los primeros días llenos de inseguridad, algunos, y de miedos, los que más. También los hay que llegan con una gran sonrisa e impacientes por comenzar esa nueva aventura, pero son los menos. Es lo normal. Si te separaran de la persona o personas que más quieres en el mundo, de tu refugio, de tu figura de apego, de tu todo, ¿cómo te sentirías? Pues eso.
Para ponerlo aún más difícil todo eso llega con unas medidas de seguridad creadas para tratar de evitar el contagio y la expansión del Covid- 19. El virus, que parece haber llegado a derruir demasiadas cosas, obliga también a que en los centros escolares se tenga especial cuidado y se adopten protocolos de actuación destinados a salvaguardar la salud de niños y profesionales de la educación.
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Educación emocional (II). Las emociones positivas.
En este segundo artículo de la trilogía sobre educación emocional (pincha aquí para leer el primero), he querido centrarme en las emociones positivas. ¿Y qué son las emociones positivas? Pues he de reconocer que la pregunta tiene truco.