Dímelo leyendo

II Premio Algar de Cuentos Infantiles.

El lunes se publicó el fallo del jurado del II Premio Algar de Cuentos Infantiles y tuve el honor de ser la ganadora. Entre saltos y gritos de júbilo, he creado esta entrada para transmitir lo que este reconocimiento significa para mí.

A veces me siento pequeña es un cuento sobre cómo los pequeños gestos que todos y todas realizamos a diario pueden marcar la diferencia. Hay ocasiones en la vida en las que podemos sentirnos pequeños en este mundo grande y complejo, pero los niños tienen una capacidad especial para ver la bondad del ser humano.

La protagonista del cuento es una niña que está rodeada de personas amables, que ayudan a los demás y que dedican su tiempo a hacer del mundo un lugar mejor. Personas de la vida cotidiana, como podemos ser cualquiera de nosotros. Fijándose en todos ellos verá que puede sentirse grande.

Como le dije a la responsable de comunicación de la editorial, no puedo imaginar mi infancia sin que vaya asociada a cuentos y libros de toda clase. Las horas de lectura eran para mí momentos de absoluto disfrute. Solo pensar que ahora puedo yo, con una de mis obras, formar parte de la infancia de otros niños y niñas me emociona de un modo difícil de transmitir.

Siempre he sido una lectora voraz y un tanto impulsiva. Mi madre me cuenta que de pequeña nunca tenía suficientes libros. Quería llevarme nuevos títulos de la biblioteca, de las librerías, o del colegio. Incluso dice entre risas que ella me decía que era demasiado y que, cuando una profesora la oyó, le reprochó que me limitara argumentando que algún día ser arrepentiría y querría que leyese más.

Por suerte mi madre nunca ha tenido que ver realizado ese presagio. Mi hambre de literatura solo ha aumentado con el paso del tiempo. Leo varios libros a la vez y salto a por un nuevo título (costumbres que, al parecer, no se pierden con los años), a pesar de tener varios empezados si algo me impulsa a ello.

La literatura ha sido a lo largo de mi vida un refugio; un lugar seguro al que acudir siempre que lo deseara. Ha sido una liberación, pues en ella he encontrado el lugar en el que dejar volar sin juicios la imaginación. Ha sido inspiración, porque autores y personajes han conformado gran parte de lo que soy hoy día. Ha sido compañera de vida, de risas y también de llantos.

Espero poder ver cómo otros proyectos literarios van convirtiéndose en realidad. De momento, hasta que A veces me siento pequeña se convierta en realidad, nos leemos por aquí.