Recomendación literaria: Yo voy conmigo, de Raquel Díaz Reguera.
Habiendo hablado ya anteriormente acerca de la importancia del universo literario, ha llegado el momento de meternos en harina (o en tinta) y centrarnos en recomendaciones concretas. Y para ello tenemos hoy Yo voy conmigo, de Raquel Díaz Reguera, editado por Thule.
Raquel es una escritora e ilustradora prolífica con varias obras a sus espaldas, algunas de las cuales tan conocidas como ¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa? Lo que más me llama la atención del listado actual de obras de Raquel es que parece haber hecho del tema de la igualdad y el género su insignia mas representativa. Entre los títulos más destacados en los que esta temática forma parte principal del libro podemos encontrar además del ya citado: Cenicienta. La verdadera historia contada por ella, Me llamo Pecas, Las niñas serán lo que quieran ser, Cuando las niñas vuelan alto, ¿Qué le pasa a Uma?, y el que nos hoy nos ocupa, Yo voy conmigo.
Yo voy conmigo es una historia que tiene como protagonista a una niña, cuyo nombre desconocemos, que posee una personalidad muy especial. Ella es única (como lo somos todos en origen, parece querer decirnos Raquel), y allá donde va lleva consigo sus especiales atributos. Tiene pájaros en la cabeza y alas, usa gafas, su característico peinado son unas divertidas coletas y siempre lleva consigo un sombrero del que sale música procedente de una antiguo gramófono y hasta un corazón gigante que la acompaña a todas partes.
Parece divertido, ¿verdad? Pero todo cambia cuando Martín entra en escena. Y es que a nuestra protagonista le gusta Martín y hará todo lo que esté en su mano para llamar su atención. Siguiendo el consejo de algunas de sus amigas, comienza a desprenderse de todo aquello que la hace ser ella misma. Se quita las gafas y las coletas, pero Martín sigue sin fijarse en ella. Pierde sus alas y los pájaros de su cabeza comienzan a marcharse, pero Martín no parece haberse percatado si quiera de su existencia. Y así, poco a poco va perdiendo cada cosa que la hace especial, hasta que finalmente Martín se fija en ella. El problema es que entonces es ella la que no se gusta, la que no se reconoce en esa versión falsa de sí misma.
Por suerte nuestra protagonista se da cuenta de que gustar a Martín no le interesa si, primero no se quiere y respeta ella misma. Así comienza a recuperar sus alas, los pájaros de su cabeza y cada una de las cosas que la conforman como persona.
Yo voy conmigo es una historia tan bonita que emociona cada vez que hablas de ella, cada vez que la compartes con un amigo o, más aún, cada vez que la lees con un niño o se la cuentas. Es una historia que habla del amor propio, de la autoestima, de valorarnos, querernos y apreciarnos a nosotros mismos.
El texto es breve y exacto en la transmisión del mensaje, y el característico estilo ilustrativo de Raquel hace que empaticemos con la protagonista de la historia nada más verla. Todo esto la convierte una obra perfecta para compartir con los más pequeños, que no tardarán en enamorarse de esta preciosa historia.